Café Instantáneo vs Café Molido: ¿Cuál elegir?
El café instantáneo es café, aunque si somos meticulosos podríamos decir que en realidad es una parte de lo que fue originalmente ese café.
Te lo vamos a explicar muy fácil
Todo nace desde el mismo lugar; un grano de café verde con el aspecto del maní pasa por un proceso llamado tostado en donde toma la forma oscura tal como la vemos en las confiterías.
Luego, el grano tostado, pasa por un proceso llamado molienda, en donde se lo tritura hasta quedar reducido a partículas pequeñas: estamos en presencia de café molido!
Este café es el que utilizamos en todas las cafeteras conocidas: cafetera espresso, cafetera italiana, cafetera de filtro, prensa francesa, o incluso en el interior de las cápsulas de café de la cafetera Dolce Gusto y Nespresso.
Ahora bien, para llegar al café instantáneo, en la industria se agrega un paso más: luego de hacer pasar agua caliente por el café molido, tal como lo prepararíamos en casa con las cafeteras anteriormente descriptas, se lo somete a un proceso de deshidratación en donde se le elimina todo el contenido de agua, a través de un proceso que llamamos secado spray.
Existe otro proceso, liofilización, que tiene la misma finalidad: transformar el café bebida (con agua) en pequeñas partículas de café deshidratadas (sin agua): café instantáneo!
¿Por qué decíamos que el café instantáneo es tan solo una parte del café original?
Porque en este último proceso, además de eliminar el agua, se eliminan otras sustancias propias del café. Como resultado, cuando colocamos nuevamente agua caliente al café instantáneo, no volvemos a tener el brebaje original, sino uno nuevo con menores propiedades.
Además, dado que se pierden sustancias importantes en este proceso, las industrias no utilizan los mejores granos de café ya que no vale la pena.
Por esta razón, si disponemos de tiempo para preparar un buen café, siempre va a ser recomendable utilizar café molido (o en grano) y no café instantáneo.
Probá Café Ghirardelli y compartinos tu experiencia!
